Soy como un gato, míreme bien,
lamiendo heridas con cada canción;
voy ronroneando mi dolor cruel
en los zapatos vacíos de un amor.
Soy como un gato, me revolqué
rascando el lomo contra el piso al sol
hasta que un día, me enamoré
de un gato maula, sin fe.
Y que hace un «sabio», como yo,
con los caprichos, de su propio corazón.
No me ha servido de nada pensar
si… no lo puedo amar.
Mis siete vidas, yo le daré
¡Y si creyera en mi amor!
le maullaría, con esa fe
toda su historia en canción.
Soy como un gato, me revolqué
rascando el lomo contra el piso al sol
hasta que un día, me enamoré
de un gato maula, sin fe.
Sandra Fernandez 