Canción: Ojos de Gato Azul
Estás ahí, mirándome con esos ojos de Gato Azul
Me miraba desde abajo, sentadito a los pies del piano, como pidiendo canción propia.
Todavía ni sabía que me había enamorado de ese amigo tan cercano, tan joven, tan lejano, tan tierno… a veces las «revelaciones» aparecían primero en las canciones, en los hechos… mucho antes que en la conciencia, que en el darse cuenta, que en el «hacerse cargo de»…que en el saber.
si te dormís, el mundo entero va a apagarse sin tu luz.
Hace poco me enteré de que los gatos azules «existen» y son super caros. En ese momento era simplemente una metáfora del principe azul cruzado con un animalito e’ Dios; que es mascota pero independiente, dócil pero agresivo, libre pero mío.
En mis canciones él siempre es un gato o sea «yo» siempre soy un gato: imprevisible, suave, sensual…
En mi país «gato» se le dice a las putas, las mujeres de la calle, las prostitutas. A veces quería jugar a ser un «gato» en ese sentido y no la eterna maestrita jardinera, demasiado casta y virginal para desear a un hombre como Dios manda, para calentarse, para ser sexy.
Estás ahí, un fuego entra por mi espacio de fagot
Él era un gato que estaba y no estaba, que era mío y de todos, que ni lo escuchabas llegar a la casa y se retiraba sin mauyar demasiado pero siempre uno terminaba acariciándolo, dándole de comer y haciéndole canciones. Eternas canciones para un gato malo, para un gato bueno, para un ser gatuno insoportablemente huidizo, indeciso, histérico…él, como espejo de mi misma.
y si te vas, la puta guerra va a quedarse con mi paz.
Y no me digas, que mañana vas a amarme
mi vida existe sólo ahora y vos, vas a dejarme sola.
Ah!! el abandono! Eterno «mostro» de todo lo que escribo… mi inspiración, mi trueno, mi emotivo…
Estás ahí, con esos ojos que me hacen renacer
al gato aquél, que una mañana nunca más pudo volver.
Estás en mí, vos ya te fuiste aunque tu alma maullará
cien días más, en esta guerra por mi propia libertad.
Estás ahí. Estás aquí. Estás… en mi.
Salió la canción como por un tuvo y él, a mis pies, sin mauyar mucho o en silencio. Hecho un ovillo de azulado pelo. Hecho un hombre pero no, un niño pero no, hecho un perro.