Trato, trato no es maltrato: Los Shows «A beneficio» Vs. la «viveza criolla»
(que no resulta ni tan viveza ni tan criolla)
La organización está mal hecha y quieren que lo pague yo.
A ver si entienden: cuando hago beneficencia, lo hago cuando puedo, a quien elijo y cuando quiero, nadie me puede obligar a dar, eso es feo.
¿Porque los músicos trabajamos gratis? ¿Por tradición? ¿Somos unos ratas? ¿Estamos desvalorizados? ¿Trabajamos por el «sanguche» de chorizo y el vino de hambrientos? ¿Será que la gente se aprovecha de nuestras ganas de actuar? ¿Será que nuestros sueños de triunfar los aprovechan unos cuantos vivos? ¿Porqué tengo que trabajar gratis en nombre de «tu» causa noble «obligada», porque sino soy una mala que no soy solidaria? ¿Quién sos?
Quiero contar lo que me viene pasando desde que pisé suelo europeo, con los «piolas» de siempre, los abusadores, los h. de p. que se aprovechan de mis ganas de actuar y de mis sueños.
Soy músico: como, cobro, gasto, vivo. No me vengas con el cuento de que por actuar gratis para vos voy a hacerme publicidad y a conseguir otros trabajos. Si quiero publicidad me pongo un cartel, una gorra y voy a cantar en la calle.
Gracias a mi último «contrato» estuve sin cantar 4 meses porque el «maltrato» me sacó las ganas de cantar ¿Quién es esa mujer para lastimarme? ¿Porque soy porteña? ¿Porque soy latina como ella? ¿Quien te da promoción, sonido, disjokey, número en vivo, sonidista, equipos, cantante, pianista y aguante por esa guita? Si me quedaba en mi casa (que lo estuve por hacer porque no me sentía bien y la guita no valía el esfuerzo) ganaba más. ¿Cuanto vale el sonido de un show? Si querés ahorrar…¿Porque no ponés un pasa CD y me dejas de molestar? Claro, necesitás mi micrófono. Querés música en vivo, que te haga el sonido, que me banque horas y horas de esfuerzo pero gratis porque es para beneficencia. Hasta la publicidad gratis en la radio le hice: una entrevista de 20 minutos. Me necesitás: pagáme y no me humilles con el cantito de que es «para una causa justa» y no coopero lo suficiente.
Pero lo malo, lo de veras malo, es la gente que no habla claro desde el principio y «me quiere enroscar la víbora» :
En octubre fui a cantar a un almuerzo de beneficencia en un pueblo a una o dos horas de Zürich. La mina que organizaba me llamó a mi casa, me ofreció lo que cobra un bandoneonista por 1 hora de show. Arreglamos que ella se hacía cargo de llevarme y traerme al evento. Le expliqué que iba a ir sola, sin otros músicos, pero con mis equipos y mi piano.
¿Porque me dio la guita y después…¡Me la pidió! ¿Porque me hizo volver angustiada a mi casa cortando clavos con el tío que manejaba la camioneta que me quería comer cruda ( y manejaba con niebla y mal, encima) y bancarme que al llegar el tipo me insulte. ¿Porque lloré YO?
Quiero aprender a «hacer tratos» que no sean «mal tratos»: me cuesta la vida, las ganas de cantar, la esperanza, la autoestima. Esta vez, por una vez, me mantuve firme cuando la mina me reclamó el dinero (casi se lo tiro todo en la jeta). No era justo devolvérselo: me lo había ganado con muchas horas de trabajo en mi casa preparando el material y mi actuación de varias horas (en el intermedio me vino a decir que lo mió era poco, feo y caro, con lo cual la segunda parte del show la hice con un gran nudo en la garganta).
Supongo que quiso demostrar que los porteños somos unos jodidos chantas porque, para todo el mundo, «yo» era la que estaba en falta… ¿Por cobrar lo que me dijeron que me iban a pagar? ¿Por cobrar lo que me gané? Después de 4 largos meses de no cantar y de cancelar cuanto show quiso asomar, el mes pasado volví a subirme a un escenario.
Hace poco escuché a una compañera hablar de alguien que fue a cantar a un evento solidadrio y pidió cobrar. Ya sé: se pide cobrar «antes» de actuar no después pero a veces las ganas o la necesidad del músico son tan grandes que hace lo que puede. No es que disculpe al músico que va, canta y quiere…¡Cobrar! que horror… no… solo es que ya van muchas veces que me pasan por encima y estoy harta.
En junio me convocaron para un evento y me iban a pagar el triple por media hora de show (con mi piano y mi sonido, si). Después hubo un problema y fui por monedas (ante el problema de ellos me solidaricé y ya había suspendido mis clases con las que iba a cobrar mucho más). La mina se ofendió cuando me iba a pagar esas monedas porque dijo que «eran de su bolsillo». Me quedé llorando en la puerta de mi casa…¡Con el esfuerzo que implica hacer un show! Esa vez estuve 2 meses sin cantar y me enfermé de la garganta.
Con claridad se puede obtener algo barato y de Buena Onda: Andrea me invitó a cantar y me avisó que habían pocos francos para mi, cuando terminé de cantar me dio mi sobresito cerrado y listo. Así se hacen las cosas: gracias Andrea por tu claridad.
Si quiero canto gratis, como en el Kasama o en Entre Amigos, lo disfruto y me siento feliz pero «elijo yo» en que canasta pongo los huevos…¿Entendés mundo al revés?